Durante el día de ayer observamos que se estaban produciendo unas obras en el barranco, justo desde la acequia donde se vierte el agua de la balsa estaban conectando la misma a la red de alcantarillado que pasa por el barranco.
Felicitamos al autor de la idea –igual que criticamos cuando se hace mal, también hay que reconocer cuando se acierta– verter el agua directamente a la acequia hubiese supuesto –como en otras ocasiones– inundar campos en la zona de Bechinos y verter aguas que precisan de depuración, con el color, olor y aspecto de estas tendrán de todo y no bueno.
Pese a la urgencia que se dio la policía municipal en retirar nuestras pancartas –escasas horas, casi minutos– la publicación en la prensa comarcal, en las redes sociales y el descontento en la población con el estado de la balsa ha forzado a Haro a tomar medidas urgentes.
Aunque según Haro las primeras medidas las tomará contra nosotros, queriéndonos sancionar por la colación de las pancartas que denunciaban el estado de la balsa.
Para denunciarnos tendrá que echar mano de la Ley 16/1970, sobre peligrosidad y rehabilitación social, sino es con esta no tiene sentido ni explicación la retirada de pancartas por la policía municipal, la denuncia y la negativa a devolverlas; vamos a hacerle un favor y le informamos que fueron derogadas con la entrada de la Constitución y menos mal, sino eran capaces de aplicarnos la Ley de Fugas de 1921.
De todas formas cuando tengamos el expediente de denuncia en nuestras manos sabremos e informaremos de que se nos acusa.
Ahora esperamos que la fauna existente en la misma –peces y patos– sea puesta en salvaguarda para posteriormente ser reintegrada a la balsa, no queremos situaciones como las vividas por los patos y ocas de San Isidro –que nadie tuvo en cuenta posibles sequías o vertidos al barranco– actualmente de turismo en Buñol y solamente con billete de ida.
Pese a que la balsa es de titularidad municipal, en el año 1963 se cedió el uso a la Comunidad de Regantes que la utilizaba para regular el riego de varias zonas de huerta, desde entonces y hasta el año 2004 se utilizó con este fin, desde la cesión el agua de la balsa era aportada por la Comunidad a través del pozo del Compresor gratuitamente.
Este año, desde el pasado mes de abril que se secó el pozo del Compresor, no se han realizado aportaciones de agua a la balsa lo cual ha supuesto la descomposición del agua prematuramente ante la falta de aportaciones de nuevas aguas.
Conociendo la problemática desde abril no se han adoptado soluciones para el mantenimiento del agua, muestra inequívoca de la inoperatividad de Haro y su coro de muditos.
Esperamos que tras la experiencia y el uso de agua potable –si se quiere llenar la balsa no hay otra alternativa– se instale una depuradora como venimos reclamando para mantener el agua, depuradora compatible con la presencia de fauna en la balsa, evitando el uso de cloro, algicidas y/o productos químicos incompatibles con la existencia de fauna.
